Hace 25 años el sector de la tecnología vivió un momento de revolución con la llegada al gran público de INTERNET – el IP (Internet Protocol o Infinitas posibilidades)  y el mundo empezó a digitalizarse a golpes de clics y bytes. Eran los tiempos de Windows 95, de los primeros iMacs, las agendas electrónicas, la primitiva telefonía móvil y la llegada de la “red de redes”, que viajaba a la fabulosa velocidad de 32 kbps en vetustos y ruidosos módems.

En ese contexto ilusionante de transición entre el mundo analógico (cintas y disquetes de casetes), y el digital (CD-Roms, DVDs…), entre líos de cables, cacharros y ordenadores personales enormes, nacía una pequeña empresa a la que llamamos Leader, porque desde el principio tuvimos la vocación de estar entre los primeros. Seguimos siendo los primeros en tecnología de redes y comunicaciones para conectar a las empresas valencianas con el resto de un mundo fascinante que se abre día a día a la globalización, y sobre todo los primeros en atención y servicio a nuestros clientes, en un proceso constante de ayuda, con unos valores sólidos de modestia, humildad, esfuerzo y lealtad.

Como es normal en estos casos, miramos atrás y hacemos balance. Hemos ganado clientes, que ya casi son amigos. Hemos creado un equipo sólido, que ya es como una familia. Dos objetivos fundamentales cumplidos.  Pero si se han cumplido es gracias a ser fieles a nuestra principal razón de ser: ofrecer y garantizar servicios de redes y telecomunicaciones de calidad en un entorno digital siempre cambiante y a veces confuso.

A lo largo de estos años la tecnología ha evolucionado a un ritmo vertiginoso. Lo que en los 90 era solo ciencia ficción, hoy es un teléfono móvil que llevamos todos en el bolsillo. La velocidad de Internet es miles de veces superior, millones de terabytes circulan al segundo por todo el planeta; ahora todo está en la nube, ya no hay cables, todo es wifi; compramos y vedemos en ese mercado virtual que es Internet, tenemos reuniones por videoconferencia, pagamos en los restaurantes con el reloj y hasta nuestros coches son inteligentes… aunque todavía no vuelan.

Hoy, tres décadas después, seguimos apostando con la misma ilusión por la tecnología, la digitalización y las telecomunicaciones para ayudar a todo tipo de empresas y proyectos para que ellos también sean líderes en sus sectores dentro de este mundo hiperconectado, global, digital y virtual.

Cumplimos 25 años mirando al futuro, que será igual de apasionante, más rápido y más digital.