El mercado de la computación en la nube acaba de abrir sus puertas y los creadores de IaaS, PaaS y SaaS (Infraestructura, Plataforma y Software como Servicio) andan a la gresca por posicionarse en uno de los sectores más pujantes y golosos de las telecomunicaciones. Entre otras, Google Apps e IBM SmartCloud (nuevo LotusLive con más servicios) mantienen una feroz competencia, seguidas muy de cerca por Microsoft Exchange.

Hace unos días leía en Twitter que Lotus Notes de IBM tenía problemas con sus soluciones de cloud computing y que está perdiendo clientes en favor de Google Apps. En el artículo al que me llevó este tweet se explicaba esta afirmación diciendo que Lotus Notes necesita alojamiento en servidores y todavía guarda los documentos creados en los ordenadores. Por contra, Google Apps está completamente en la nube. Además se indicaba que Lotus Notes hace más difícil la integración con otras aplicaciones. No estoy de acuerdo.

En primer lugar, porque no podemos comparar Lotus Notes, como software colaborativo y Google Apps, una suite diseñada íntegramente para la nube. Son cosas distintas con funcionalidades distintas. Puestos a comparar se debería hacer con el conjunto de soluciones en la nube IBM SmartCloud, que es la solución cloud que presentó IBM es su evento anual de Lotus Notes, Lotusphere 2012, celebrado entre el 15 y 19 de enero pasado. En él se presentaron las últimas novedades dentro de la estrategia de Social Business, o empresa social, de Lotus Notes, y la más sonada y esperada fue sin duda esta suite.

Si bien es cierto que en los últimos dos o tres años la predecesora de IBM SmartCloud, LotusLive, no satisfizo las expectativas, lo que ha beneficiado a sus competidores dentro del sector cloud, no significa que Google Apps se haya hecho la dueña del mercado por ser mejor que las demás. Sólo acabamos de oír el pistoletazo de salida de esta carrera de fondo, una disciplina en la que no siempre llega antes el que antes sale. Se trata de un mercado todavía muy joven para hacer según qué afirmaciones, no es momento de andar queriendo tumbar gigantes. Desde mi modesta opinión se trata más bien de una estrategia comunicativa de carácter viral que extiende falsas creencias con el objetivo de posicionarse por delante de sus competidores.

La realidad es que la competencia está muy abierta y Lotus Notes como compañía de experiencia y fiabilidad demostrada en soluciones colaborativas y sociales tiene mucho más que ofrecer al mundo de la computación en la nube. Su determinación se manifiesta en la presentación de la suite IBM SmartCloud que sí está totalmente en la nube y no necesita instalación alguna, como se criticaba en el artículo que os mencionaba.

Uno de sus principales valedores es la robusta seguridad que siempre han ofrecido las soluciones de Lotus Notes y las medidas de privacidad de SmartCloud, que pueden crear una importante brecha con el resto de competidores. Por otra parte IBM presentó también en enero IBM Docs en su apartado de Labs, que permite la edición en línea y conjunta de documentos -superando con creces a Google Docs- en la parte colaborativa, incluyendo un workflow (flujo de trabajo) de revisión, y asignación de párrafos. No hay que olvidar que el legendario Lotus 1-2-3 fue el mejor vendedor de ordenadores del mundo. Realmente una killer application.

En cuanto a las dificultades de integración con otras aplicaciones, IBM ha puesto toda la carne en el asador en este sentido y ha iniciado una ambiciosa estrategia de asociación con potentes desarrolladores para integrar sus ofertas con IBM SmartCloud, que además dispone de un kit de herramientas para el desarrollo de aplicaciones (Social Business Toolkit) que facilita a los desarrolladores la integración de sus creaciones, y prové a sus usuarios de una experiencia unificada y colaborativa en sus procesos de negocio. Silanis (aplicaciones corporativas de firma electrónica), SugarCRM (software de administración de relaciones con clientes CRM), Salesforce.com (software empresarial CRM), LinkedIn (red social), o Skype (aplicación de VoIP; comunicaciones de voz, texto y vídeo a través de Internet) ya se integran perfectamente con SmartCloud.

Aunque no comenzara de la mejor manera posible, IBM ha sabido detectar sus vulnerabilidades y ponerles remedio redireccionando su estrategia por el buen camino. Por contra, debería impulsar más el carácter viral de sus aplicaciones para que las pymes tengan una mejor base en su estrategia de social media, y competir así con Google Apps, más allá de la colaboración interna corporativa.

Con una competencia tan reñida en un mercado tan joven y ante una realidad siempre cambiante, nadie dice nunca la última palabra. Habrá que ir viendo cómo van implementando y mejorando sus ofertas. Lo importante es que la competencia se mantenga para que el crecimiento y mejora de estas soluciones beneficie a su verdadero destinatario, los usuarios. Y en cuanto a lo que debe preocuparle a la empresa a la hora de decantarse por alguna de las soluciones existentes son sus propias necesidades, sus requisitos particulares y sus capacidad de inversión. Si no lo tiene claro, puede recurrir al asesoramiento de su socio de telecomunicaciones.